Nota de Prensa .13.septiembre.2021

Una vez finalizado el plazo de alegaciones, entidades ecologistas exponen que la MAT es insostenible y provocaría graves impactos en el territorio

Líneas eléctricas. Foto: paisajesteruel.org

Resumen de la rueda de prensa de hoy lunes 13 de septiembre por las entidades ecologistas GEPEC-EdC, Xarxa Sud, INSTA y la Plataforma de los Paisajes de Teruel

Intervienen:

  • Xavi Jiménez, presidente del GEPEC-EdC
  • Joaquim Estellé, miembro de Junta del GEPEC-EdC
  • Ivan Hortigüela, abogado ambiental de INSTA
  • Javier Oquendo, miembro de la Plataforma de los Paisajes de Teruel
  • Carlos Avilés, miembro de Xarxa Sud
    • * GEPEC-EdC y la Plataforma de los Paisajes de Teruel son miembros de ALIENTE (Alianza Energía y Territorio)

La línea de muy alta tensión (MAT) que nos ocupa es privada, de la empresa Forestalia, y tiene por objetivo transportar energía desde Aragón hasta el área metropolitana de Barcelona. En total, 287 kilómetros, de los cuales 181 en el ámbito catalán y el resto en Aragón. La energía que pretende transportar es la que se producirá en algunas centrales eólicas y fotovoltaicas que tiene la misma empresa en Aragón (proyectadas), incluso algunos proyectos se situarían en Cataluña pero aún no se han hecho públicos.

El presidente del GEPEC-EdC Xavier Jiménez alerta de que «la MAT es una muestra de las necesidades de este modelo erróneo de implantación de las energías renovables, basado en producir la energía en grandes centrales, en manos de grandes corporaciones eléctricas, alejadas los lugares de consumo y situadas en espacios naturales y agrarios». La implantación de estos proyectos tiene un grave impacto ambiental paisajístico y sobre los espacios naturales, la biodiversidad, la actividad agraria, el patrimonio geológico, el patrimonio histórico y la calidad de vida en el mundo rural.

Existe una alternativa real y aplicable al modelo actual de transición energética que se basa en la producción de energía renovable siguiendo el modelo de energía distribuida, donde se produzca electricidad cerca de los lugares de consumo, aprovechando espacios ya antropizados y degradados como los polígonos industriales. Por ejemplo, Cataluña tiene 29.000 ha de polígonos industriales, 13.000 ha de las cuales en el área metropolitana de Barcelona, ​​el principal centro consumidor de energía. Toda esta superficie no se está aprovechando para generar energía. Es este modelo, sostenible y compatible con la preservación del medio ambiente, junto con la potenciación de instalaciones de autoconsumo, con la implementación de políticas de eficiencia energética y de ahorro energético que defienden, desde hace tiempo, las entidades ecologistas.

Las centrales de energías renovables son mucho más que unos aerogeneradores o unas placas solares, son instalaciones industriales con muchas infraestructuras asociadas. Para instalar una central eólica o fotovoltaica es necesario adecuar el terreno para permitir su ubicación, deforestando grandes áreas, abrir grandes pistas de acceso, a menudo en lugares de gran importancia ecológica, bastante inaccesibles, aislados y tranquilos. También hay que modificar relieves para acomodar los aerogeneradores, cimentando grandes cantidades de suelo. Hay que abrir viales para realizar el mantenimiento, abrir zanjas para la instalación de la red eléctrica de interconexión de estos aerogeneradores. Es necesario instalar subestaciones transformadoras y, evidentemente, construir cientos y cientos de nueva línea eléctrica de alta tensión para transportar la energía desde los lugares de producción hasta los lugares de consumo y nuevas líneas eléctricas de media tensión para distribuir esta misma electricidad. Electricidad que, además, se pierde en el transporte debido al calentamiento de las líneas (efecto Joule). Los graves impactos de estas líneas como la MAT, se sumarán a los impactos de la propia central eléctrica.

La MAT de Forestalia ha sido muy mediática y ha provocado mucha agitación social, a pesar de todo no es la única que pretende alimentarse de macro-centrales de energías renovables aragonesas: en estos momentos, hay en exposición publica la línea de Capital Energy que va desde la zona del Matarraña y Bajo Aragón – Caspe, con cuatro nuevas centrales eólicas en esta zona, hasta la Ribera de Ebro (Ascó). También la línea que va de Laluenga (Huesca) hasta Isona (Lleida, Pallars Jussà), con numerosas centrales eólicas que van desde la comarca de los Monegros a la del Cinca Medio, esta también de Forestalia. Incluso otra de Forestalia, que saldrá de la zona de Huesca hasta las comarcas de Gerona más adelante.

Por ello, desde el GEPEC-EdC, así como la Plataforma de los Paisajes de Teruel como entidades miembros de ALIENTE anuncian que se quiere hacer, impulsada por esta asociación estatal una manifestación en Madrid el día 16 de octubre, con entidades de todo el estado, para reclamar un nuevo modelo energético y una política que incluya moratorias a estos proyectos.

El modelo energético actual es del todo obsoleto, tal como remarcan desde Xarxa Sud. También alertan de que la empresa promotora se lucrará del proyecto y que, «Forestalia recuperará su inversión en pocos años, a la vez que se devalúen los terrenos, casas y masías que no se recuperarán nunca: generar energía verde destruyendo paisajes no es sostenible «, afirma Carlos Avilés.

Desde INSTA, consultoría ambiental que ha elaborado las alegaciones al Proyecto de la MAT (GEPEC-EdC ha hecho también aportaciones de tipo ambiental y de afectación sobre la biodiversidad) consideran que se ha vulnerado el derecho de acceso a la información y a la participación de la ciudadanía en materia ambiental por la complejidad y extensión de la documentación, por el momento de la publicación y por el breve tiempo de participación ofrecido por la Administración. La MAT, además, no concuerda con la planificación territorial: buena parte de esta línea atraviesa suelos clasificados de protección especial: esta es la clasificación más restrictiva.

Ivan Hortigüela, abogado ambiental de INSTA, remarca que no existe un Plan de Desarrollo de red eléctrica vigente que prevea la proyección de esta MAT, lo que denota la falta de planificación en cuanto a los proyectos de energías renovables. Hortigüela destaca que la construcción de la MAT es inviable por varios motivos: por un lado, por su proximidad de las líneas en los núcleos urbanos, que conllevaría riesgos para la salud de las personas. La línea eléctrica también tendría graves impactos agrícolas y paisajísticos y elevaría el riesgo de incendios, ya que el trazado de las líneas atraviesa terrenos de riesgo alto y muy alto de incendios, zonas leñosas y de cereales, no compatibles con la prevención de incendios.

También tendría graves afectaciones sobre la fauna de aves y los conectores ecológicos, ya que la proyección de esta línea atravesaría territorios de águila perdicera (Aquila fasciata) y águila real (Aquila chrysaetos). El águila perdicera es un ave en peligro crítico, con un alto nivel de protección a nivel europeo, estatal y autonómico: la electrocución por red eléctrica es la causa principal de su muerte. También afectaría a otras especies como el halcón peregrino (Falco peregrinus), así como el Plan de Introducción del Quebrantahuesos y sus movimientos migratorios (entre otra avifauna protegida afectada, como las aves esteparias). Todos estos impactos ambientales negativos tendrían lugar en espacios protegidos PEIN y Red Natura 2000 o en zonas muy cercanas a estos.

Además de la afectación directa sobre los espacios protegidos, la MAT atravesaría también un total de 6 conectores terrestres principales en el ámbito catalán. Esta gran infraestructura pues, podría conllevar graves impactos sobre la conectividad ecológica, y actuaría como una gran perturbación, provocando así una fragmentación de los hábitats protegidos y por tanto el posible aislamiento de las especies protegidas, las cuales podrían tender al declive.

Desde la Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel, recuerdan que la línea de muy alta tensión lleva asociadas 20 centrales (19 eólicas y 1 fotovoltaica) y nueve subestaciones de transformación. Javier Oquendo advierte que “la naturaleza no entiende de fronteras y territorios, sino que se desarrolla de manera común: hay quien ha querido convertir el tema en una lucha entre territorios, pero este debate está fuera de lugar porque afecta a otros intereses. No rechazamos la MAT por cuestiones ideológicas o territoriales, sino que es una lucha compartida desde la convicción de que este no es el camino«. Desde la Plataforma creen que este modelo energético nunca será justo si afecta a la biodiversidad.

Sobre la MAT, la oposición popular ha sido muy importante en todos los territorios, en Cataluña entidades ecologistas como el GEPEC-EdC, Unió de Pagesos y Xarxa Sud han presentado alegaciones al proyecto. Aparte, desde el GEPEC-EdC se han elaborado y puesto a disposición unas alegaciones modelo para personas afectadas directa o indirectamente por la línea. Más de 600 personas las han utilizado para hacer frente común al proyecto.

En Aragón han presentado alegaciones a este proyecto la Plataforma a favor Paisajes de Teruel, el movimiento popular Teruel Existe y asociaciones vecinales. La oposición popular es clara y manifiesta.

Campo de Tarragona, Tierras del Ebro y Aragón

13 de septiembre de 2021

GEPEC-EdC, Red Sur, INSTA, Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel y ALIENTE

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