Cañón del Guadalope desde la Atalaya de Dos Torres del Mercader. www.benildeedo.com

Maestrazgo. Palabras de lucha


  Habitándote he llorado, 
 ruda tierra milenaria,
  no podía soportar 
 tanta belleza bruta, 
 tanta vida intacta.
 
 Con el blanco de las nieblas 
 al clarear he llorado
 sobre barrancos y ríos, 
 cuando los olores quietos 
 anuncian día de brumas, 
 sobre tus montes antiguos
 verde oliva de invierno.
 
  Descansan tus insólitos valles 
 entre cumbres indefinidas
 en hileras contrechas, 
 se pueblan de carrascas,
 romeros y sabinas
 y, de repente, profundas hoces. 
 Surgen órganos de roca, 
 crestas de coronas calizas  
 - señalando el cielo -
 Hacen piruetas las cabras 
  y los buitres reposan.
 
 
 Viviéndote tierra, dicha y alma,  
 acostumbré la mirada, 
 te hice mía.
 A veces te habito 
 desde otros lugares.
 Si sé que estás bien, descanso. 
 
 Desde la cima de un cerro 
 miro el quieto paisaje, limpio. 
 El silencio sobrecoge. 
 Renazco.
 Crece en mí 
 un vacío lleno del ahora,
 es todo cuanto quiero.
 
 “Maestrazgo, donde el silencio habla”,
 dice el lema, ¡es muy cierto!
 
 
 Pero ahora todo ha cambiado, 
 Llegan noticias de amenaza y muerte.
 
 Altas fábricas de resina y metal
 coronarán los altos y muelas,  
 'sin permiso de la biosfera',
 aspas que desde el cielo matan
 a cambio de promesas de dinero, 
 avaladas desde un ministerio.
 
 Destrozan Red Natura, mienten
 con descaro, falsean estudios,
 ¡qué ley más interesada cuando
 pagar por matar no es delito!
 
 Vienen a salvar los pueblos, dicen, 
 con contratos vergonzosos,
 ¡ladrones de la buena fe! 
 Sus negocios no son nuestros; 
 me duele la injusticia, 
 el abuso, la opulencia,
 que cada pueblo sea 
 solo si le dejan ser. 
 
 “Maestrazgo, donde el silencio habla” 
 Es hora de cambiar el aire mudo 
 por palabras de lucha.
 
Armadas hasta los dientes
 de amor y rabia.
 De amor a la tierra, 
 de miedo a no ser nada 
 si perdemos la batalla.
 
 Nuestras armas son palabras 
 (esgrimimos argumentos),
 nuestro bando, la esperanza
 (no el oro ni el negocio). 
 Con rimas o canciones, 
 con astucia, con razón, 
 contándolo con leyes, 
 ¡con tantos otros paisajes!
 Con todo.
 
 

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