Últimamente, la tramitación del Plan eólico de Sierra de Gúdar-Maestrazgo está generando mucha controversia entre algunos de sus impulsores. Si hace unos días era Forestalia la que daba la pataleta amenazando al Ayuntamiento de Mosqueruela con retirar todo el proyecto si no aceptaba todas sus instalaciones, ahora es el propio Consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente Joaquín Olona, quien ha salido con otra pataleta a raíz de haberse hecho público el informe emitido por la Dirección General de Medio Natural de su propio departamento, en sentido crítico a este plan eólico por su elevada afección a elementos del Medio Ambiente protegidos por ley.
El Plan eólico Sierra de Gúdar-Maestrazgo que nos quiere imponer la Asociación Viento Alto a través de la empresa Forestalia con el apoyo incondicional del Gobierno de Aragón, es un Plan que ninguno de los partidos políticos que se presentaron en las últimas elecciones en estos pueblos llevaba en su programa. En algún caso sí se mencionaba el apoyo a las energías renovables, pero de ningún modo se planteó cambiar el sistema socioeconómico del territorio mediante la industrialización, con energías renovables, de nuestros pueblos en una legislatura y para los próximos 30 años mínimo.
Ante este Plan eólico, parte de la ciudadanía de estos pueblos en colaboración con otros muchos turolenses, hemos presentado unas alegaciones, participando así de la información pública y ejerciendo nuestro pleno derecho acorde a lo que establece la ley de Evaluación Ambiental.
Del mismo modo, diferentes organismos públicos, dentro de sus competencias establecidas por ley, han debido presentar sus correspondientes informes, advirtiendo al Ministerio de Medio Ambiente de los posibles efectos, consecuencias y medidas necesarias que se deberían aplicar para que los bienes y valores públicos, que están obligados a preservar y salvaguardar, no se vean afectados.
Hasta ahora todo lo acontecido ha sido acorde a la ley pero, por motivos que nos merecen una seria preocupación como ciudadanas y ciudadanos aragoneses, el Consejero de Medio Ambiente, Joaquín Olona ha realizado declaraciones en prensa indicando que el informe que está desarrollando el INAGA (INstituto Aragonés de Gestión Ambiental) «no plantea ningún aspecto crítico en relación con estos parques eólicos que impida su desarrollo” y que el personal del INAGA no ha detectado «cuestiones críticas» que lo hagan inviable porque cumple la normativa.
No dejan de sorprendernos estas valoraciones siendo que el informe no ha sido terminado, pero aún sorprende más que el INAGA vaya a realizar estas valoraciones en su informe, dada la magnitud del Plan eólico Sierra de Gúdar-Maestrazgo y siendo que prácticamente la totalidad del Plan va a tener afección directa sobre la Red Natura 2000 y los valores que ésta protege. Recordemos que existen centrales eólicas de tamaños muy inferiores que han sido denegadas por afecciones de este tipo, incluso existe jurisprudencia de diferentes tribunales superiores de justicia y del propio Tribunal Supremo que no han permitido la implantación de estas instalaciones industriales en zonas Red Natura 2000, aun siendo de dimensiones considerablemente más pequeñas.
Recordemos que hasta ahora no se ha presentado en España ningún proyecto de las dimensiones del Plan eólico Sierra de Gúdar-Maestrazgo.
Pero la mayor sorpresa nos la da comprobar que es el propio INAGA, en las autorizaciones emitidas sobre las torres anemométricas instaladas por Forestalia en las zonas donde se pretende implantar el Plan, el que resalta que “cabe señalar que la instalación de las torres de medición aparece vinculada a la posible construcción posterior de parques eólicos en una zona ubicada en el ámbito de la Red Natura 2000, o bien con presencia de avifauna con rutas habituales de vuelo en la zona y en el Parque Cultural del Maestrazgo. Los elevados valores paisajísticos y naturales de la zona comprometen, en función de las dimensiones y el diseño del proyecto definitivo, la viabilidad ambiental del aprovechamiento eólico.”
Esta ambigüedad, que a estas alturas no debería dejar indiferente a nadie, viene acompañada de afirmaciones como “esa evaluación no puede hacerse sin el informe preceptivo del INAGA” o “que es el absolutamente determinante». Pues bien, creemos que el Consejero Olona debería ser más preciso en sus declaraciones y si bien el informe del INAGA es necesario para que el Ministerio pueda resolver la Evaluación Ambiental, el hecho de que el informe del INAGA vaya a ser favorable, no supone obligatoriamente que la Declaración de Impacto Ambiental emitida por el Ministerio vaya a ser también en sentido favorable, ya que no es el INAGA el que tiene la última palabra en esta Declaración, como puede suceder con los proyectos tramitados en Aragón, sino que deberán valorarse todos los informes de aquellos organismos aragoneses, valencianos y estatales que tengan competencias en las materias afectadas, además de tenerse en cuenta todas las alegaciones presentadas y con todo, el Ministerio tendrá que emitir la Resolución que considere.
Quizás el Consejero Olona, en sus declaraciones, se ha orientado más por el discurso con el que Forestalia intenta convencernos diciendo que “no hay plan B” para nuestra tierra y es por ello que no tiene reparos en indicar que “benefician totalmente al territorio porque generan beneficios inmediatos económicos” y con ese dinero permitir al territorio “abordar mejoras ambientales y la gestión de los montes” sustituyendo así la obligación de los poderes públicos tanto en la protección del medio ambiente, como en su gestión.
Más esperanzadoras nos han resultado las palabras del Consejero de Industria, Arturo Aliaga, recogidas en la misma nota de prensa, indicando que van a hacer las cosas “con pulcritud y cumpliendo exclusivamente la norma” y que los proyectos que se emprenden en contra de los ámbitos locales o consensos en los territorios tienen “mal futuro”.
Otra nota que queremos resaltar, pero sin entrar en detalle, es la emitida por el Presidente de Viento Alto, ya no tanto por su contenido el cual, por supuesto no compartimos, sino por la información que desvela sobre que ha habido 67 organismos consultados para el Plan eólico Sierra de Gúdar-Maestrazgo y que de todos ellos solo el informe emitido por la Dirección General de Medio Natural “se muestra en contra”. Sería un ejercicio de transparencia por parte del Gobierno de Aragón que, al igual que el emitido por Medio Natural, el resto de informes de los organismos mencionados fuesen de conocimiento público y no solo tuviesen acceso a ellos una de las partes implicadas en el procedimiento, que además precisamente es la que promueve el Plan eólico junto al promotor, en este caso Forestalia.
Por último, la Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel quiere exponer que por mucho que algunos se empeñen en tildarnos despectivamente como “los de fuera” y por mucho que les moleste, la Plataforma la componen, entre otros, personas empadronadas en los pueblos afectados, incluidos los de Sierra de Gúdar y Maestrazgo. Vivimos aquí todo el año, llevamos a nuestros hijos a los colegios de nuestros pueblos para que así continúen abiertos, nos quitamos nosotros mismos la nieve de la puerta de nuestra casa y de la de nuestros vecinos si les hace falta, hemos peleado duro para tener un trabajo que nos permita vivir en nuestro pueblo con dignidad, respetando la riqueza natural y cultural que hemos heredado y queremos que todo ello siga siendo así y por eso, y solo por eso, nos mostramos en contra de los Planes eólicos que Forestalia y otras empresas similares quieren imponernos. Además nos preocupa sobremanera la forma en que se viene desarrollando todo el proceso de intento de implantación de estos Planes eólicos desde hace varios años, sin la participación real de la población y por ello exigimos a los poderes públicos que dejen trabajar a los técnicos de la administración y no intenten influir en el resultado de esta Evaluación Ambiental y que únicamente velen por la transparencia y legalidad del procedimiento algo que, como estamos viendo, no se está garantizado.