A la hora de invadir, el ateo Putin no tiene la exclusiva. Si los dioses (Eolo incluido) y las diosas del Olimpo no se apiadan y conminan enérgicamente al Departamento de Industria de la D. G. A. a que lo impida, una nueva avalancha de centrales eólicas innecesarias invadirán esta vez el territorio del Jiloca, de la Sierra de Albarracín y de la Sierra Menera para deteriorar seriamente su patrimonio y biodiversidad, hipotecar el futuro de su población, dejar en mal lugar a la administración aragonesa y, de paso, enriquecer a sus promotores.
Los proyectos ostentan nombres rimbombantes de la mitología griega y romana, nada que ver con los beatíficos y marianos de los proyectos de Camarillas-Aliaga. Héroes griegos, liderados por el legendario Eneas en el término municipal de Blancas, y diosas romanas, entre las que destaca la polivalente Minerva en los de Bronchales y Orihuela del Tremedal, amén de otros personajes de la cultura clásica (Escila, monstruo marino; Libitina, diosa de los muertos, y Mefitis, diosa de las aguas malolientes parecen los más acertados) dan nombre a 19 proyectos 19, más sus infraestructuras de evacuación. Toda esta culta retahíla exótica no deja de ser una burla más que se añade a la ignorancia y desprecio al territorio que manifiesta la deficiente documentación de los proyectos, cuyos promotores nominales son los mismos personajes mitológicos encabezados por la expresión “Energía Inagotable de … más las siglas S. L. “Energía Inagotable de Matuta, S. L.” sería uno de ellos (Matuta es la diosa romana del amanecer, de los recién nacidos, del mar y de los puertos, casi nada). Aunque los impulsores reales, pobres mortales acogidos en el templo de Forestalia, probablemente practican el monoteísmo menos espiritual, adorando un solo dios, intemporal y nefasto: don Dinero.
Si se consumaran los proyectos, los dioses no lo quieran y los héroes acudan a echar una mano, entre otros desaguisados, el paisaje de Alba del Campo sufriría la presencia de 5 centrales; el valioso patrimonio de Orihuela del Tremedal, sería invadido por 5 instalaciones (3 centrales, una subestación transformadora y el arranque de una línea de alta tensión con castilletes descomunales); el bellísimo entorno y patrimonio arquitectónico de Rodenas se vería depreciado por la afección de 4 centrales eólicas; Peracense, con su emblemático castillo de rodeno, cargaría con 3 centrales (molinos gigantes al asedio de la fortaleza); no se libraría Albarracín y su Parque Cultural: 2 centrales adjudicadas; y así hasta agotar la lista de 13 términos municipales, incluyendo a Almohaja (3 centrales más una línea de alta tensión), Villafranca del Campo (3 centrales), Villar del Salz (1 central), Blancas (2 centrales), Pozuel del Campo (1 central), Villafranca del Campo (3 centrales), Santa Eulalia (2 centrales) y Ojos Negros, que satisfaría a los dioses más crueles con el sacrificio de una buena parte de su territorio en aras de dos centrales fotovoltaicas, dos eólicas y dos líneas eléctricas a juego con el resto de montajes.
La instalación de este nuevo cluster de macrocentrales eólicas, sumando un total de 149 aerogeneradores de 200 m. de altura (!), de 149 polifemos, de 149 cíclopes monstruosos de un solo ojo rodeado de cuchillas, supondría un auténtico Caballo de Troya para los moradores de las tierras de esos 13 municipios escogidos (y la bella Helena marcharía al exilio capitalino). También implicaría otro importante paso atrás en la consecución de la capacidad de la población de participar en la planificación de los usos racionales del territorio y de la democratización de la implantación de las energías renovables.
Colectivo Sollavientos